Muy buenos días bellas!
Sí, hoy volvemos a hablar de tetas, pero con nuestra voz. Nuestra voz de mujer, madre, salvaje y libre.
A mí me cansó ver tetas hasta para vender coches, tetas hipersexualizadas a través de otro cuerpo que las usa, tetas que deben tener una forma, un tamaño y un tacto, tetas con pezones que solo pueden ser de una manera, tetas por doquier, si incluso enseñar las tetas aporta followers!!! pero, ¿cómo las cuidamos, ¿cómo las amamos? Hablemos nosotras de nuestras tetas y sus necesidades reales, ¿no?
Tú a tus tetas…
¿Las respetas?
¿Las mimas?
¿Las entiendes?
¿Sabes qué necesitan?
Los pechos son zonas muy sensibles, cambiantes a través de las fases del ciclo menstrual, los años y las maternidades, son súper erógenas, están cargadas de terminaciones nerviosas, glándulas mamarias y venas, muchas venas.
Empezar a cuidarlas como se merecen nos aporta salud, bienestar y una mayor conexión con nuestro cuerpo.
Porque querida, no nos enseñaron a amarnos tal cual somos, ni nos contaron qué carajo necesita nuestra cuerpo serrano.
5 Tips de autocuidado tetil
- Aceites, ungüentos y masajes
Como cualquier zona con piel, las tetas necesitan de una buena hidratación. Beber suficiente agua es crucial para la salud de la piel, y además, masajeo mis senos con aceite de aguacate, que aporta elasticidad, hidratación y es fortificante.
Antes de tomar sol: crema solar, yo uso con protección de las manchas porque tengo tendencia (+ beber agua, eso siempreee).
Después del sol: una buena ducha fría, masajear el pecho con el chorro de agua, comer alimentos ricos en vitamina C como las naranjas, los kiwis, la piña (en ensalada me encanta), las espinacas o la papaya, y usar algún sérum o crema rico en vitamina C, o bien aceite de uva o similares (antioxidantes – ayudan a prevenir la acción de los radicales libres y el envejecimiento de la piel).
- Flexiones
Hacer flexiones aporta un trabajo muscular suave en espalda, pectoral y brazos. Para mí un clásico en la fase premenstrual en la que me duelen los pechos, ya que aporta irrigación a la zona y siento que me reduce la tirantez. Además el trabajo de fuerza mantiene la musculatura fuerte y ayuda a «levantar» los senos. NO hacen milagros si llevas años de lactancia, pero se nota.
- Placer
Las tetas aportan placer, sin duda, una zona erógena potente. Úsalas como quieras, lúcelas como te de la gana, están ahí para lo que tú decidas hacer/sentir. Gózalas a tu manera.
- Lactancia materna
Las tetas tienen glándulas mamarias capaces de producir oro líquido, sí, la leche materna. La mejor forma de alimentación para bebés y criaturas, siempre lista, con las cantidades ajustadas a sus necesidades de crecimiento/salud, ecológica, libre de plásticos, además la leche es hidratante y ¿sabes qué? Puedes extraerte leche y usarla a modo de sérum para evitar estrías.
- Sujetadores o libertad de movimiento
Sabemos que, al usar sujetadores, los músculos del pecho dejan de trabajar de forma habitual. Aunque, para muchas, ir sin sujetador es imposible. Ya sea por costumbre, por comodidad, por vergüenza o por dolor.
Lleva un tiempo adaptarse a no usar sujetador (tengas el tamaño que tengas de senos), el cuerpo debe adaptarse y tú también. Ya sea en casa, o todo el día, apostar por reducir las horas de sujetador estimulará la propia musculatura.
Sin duda una empieza a sentirse más libre, menos encorsetada, menos apretada, sin marcas, sin roces, sin rojeces, y el vaivén natural de las tetas nos conecta con la mamífera que somos, con la mujer poderosa que debemos despertar.
Si vas a usar sujetadores, que te sean cómodos, sexys, grandes, de deporte, de lactancia, como te los quieras comprar, porque créeme estás hermoso con cualquiera de ellos y sin ellos, también, PERO… reduce al máximo el tema de los aro, eso sí.
Espero que este post te ayude a amar y cuidar más tus tetas.
Con cariño,
Gemma Guillamón, Mujer, doula, porteóloga y activista maternal.