EL DESEO DE SER MADRE

El deseo de ser madre…

¿Dónde nace el deseo de maternidad?

¿Cuándo se crea ese deseo?

¿Existe realmente el deseo de ser madre o es algo inculcado?

¿Y el instinto maternal, existe?

Demasiadas preguntas para un cuerpo tan pequeño, demasiadas respuestas para un anhelo tan intenso.

Me pierdo entre mis libros, navego a la deriva entre los artículos de internet, me empapo de teorías contradictorias, discursos psicológicos y sociológicos, me invado de feminismo.

Me rompo.

¿Acaso el deseo de maternidad se forja ya en la infancia cuando nos encarrilan a cuidar muñecas, preparar manjares en cocinitas de plástico y empujar carritos?

¿Es una construcción social, un invento del sistema para llevarnos a procrear como buenas mujeres?

Carrera profesional versus maternidad gritan algunos, maternidad tardía riegan otros, haz esto, haz aquello, haz, haz, haz. Y ¿mi deseo dónde nace, dónde queda, dónde se encierra?

Me rompo.

Tantas y tantas teorías se han escrito sobre la maternidad… la crianza… los roles de género… el instinto maternal… los cánones de crianza establecidos socialmente…

Se me quiebra la voz cuando imagino una preñez, ¿a mis años?, ¿si ya tienes hijos?, ¿para qué quieres más? PARA QUÉ!!!!

Me rompo.

Llevo 10 años dedicada a acompañar familias, a formarme, a formar, mi casa siempre llena de familias, bebés, niños que corretean… y lo adoro. Adoro mi casa que huele a sonrisas, a bizcochos en el horno, a juguetes de madera, a portabebés desparramados por el suelo… Lo adoro. Pero mis brazos están vacíos, mi útero a la espera, mis pechos chillando por llenarse… ¿Y mi deseo, dónde queda? Me basta con mi trabajo, con atender familias, con estar ahí al lado en cada grieta, en cada puerpuerio, en cada llamada, en cada whatsap… ¿me basta? Me hace feliz, mucho. Pero no me basta. Me rompo.

Y mis hijos llegan, y me recomponen. Gracias por Ser, Estar y sobretodo por haberme elegido a mí como madre.

Gemma Guillamón, escritos en ovulatoria, marzo 2017.