Como cada año en verano las calles están repletas de niñ@s jugando a pelota, corriendo, saltando a la comba, lanzando la peonza, se oyen gritos, risas y conversaciones. Adoro las calles en verano, tan vivas, tan llenas de pequeñas personas jugando con globos de agua, descalz@s, pintando con tizas… ojalá el verano fuera eterno y las calles estuvieran siempre llenas de vida, de risas y de verde.
Las mamis de mi pueblo tratamos de que sea un poco pueblo de l@s niñ@s como el proyecto “La cuidad de los niños“, perooo versión reducida, casera y maternal XD.
* De pequeña solía jugar en la calle de mis abuelos, iba a la placita hasta tarde… la libertad de moverse fuera de la mirada del adulto…
Ciudades adaptadas a l@s más pequeñ@s, espacios verdes, de juego, espacios seguros, parques, canchas, bosques, jardines… ciudades inclusivas con las mujeres, hombres, niños, niñas, discapacita@s y sobre capacitad@s, para todos los colores, etnias y religiones #cuidadesconscientes #cuidadeshumanísticas.
Pueblos y ciudades más respetuosos con las necesidades reales de las personas pequeñas, ciudades que permitan un aprendizaje real del entorno y confluyendo con la naturaleza.
Y como siempre mis recomendaciones bibliográficas:
– La cuidad de los niños de Francesco Tonnuci
– Educar en verde de Heike Freire
– El libro de la ciudad silvestre de Jo Schofield
Gemma Guillamón.-