Hace muuucho tiempo que no escribo un post personal, pero hablo con tantas madres que necesito, ahora, desahogarme yo.
Antaño, en Occidente, aquí en España en concreto, la mayoría de la población trabajaba de sol a sol, más tarde vinieron las jornadas de 16/18h en las fábricas (la gran revolución industrial!), gracias a los derechos del trabajador, la “liberación de la mujer” con su acceso a los estudios y al trabajo remunerado, la ONU, los maravillosos gobiernos tan competentes que tenemos… todo avances oiga, hasta aquí bien, pero ¿qué legado hemos recogido nosotras? ¿Qué vida llevamos las madres del año 2016?
[Hablo de la mujer blanca, hetero, clase media, en la España del s.XXI (no hablaré de otras realidades)].
Obviamente cada una tiene una realidad, una mochila emocional, una familia diferente… pero hay un denominador común con muchas, muchísimas madres que me he encontrado en este camino de 9 años trabajando en la maternidad: la soledad y el cansancio.
(Nuestras madres, abuelas, también estaban cansadas, tenían más hijos, encima se cosían la ropa y no tenían lavadoras, pero tenían grupo, comadres, el colectivo de mujeres de la tribu. NO voy a ensalzar la vida de entonces en los pueblos, ni siquiera la de las tribus, pero encima nosotras tenemos, como norma establecida, la familia nuclear).
Y se habla mucho de igualdad, de respeto, de avances… pero mi día a día es el que es, la trijornada, lo era hace 10 años, hace 5 y hoy también.
Responsabilizarse, en gran parte, sino en la totalidad, de la crianza/educación de l@s hij@s (sí, ya sé, ahora vendrá una a decirme que en su casa toooodo es al 50%, Genial! Felicidades! pero no es el general en una sociedad patriarcal, y encima capitalista) + llevar casi la totalidad, bueno un gran trozo, de la organización y tareas del hogar + ganar dinero fuera de casa (por que ninguna de las 2 primeras tareas, hoy por hoy, están valoradas ni cotizadas).
” En mi casa eso no pasa”
Vale, genial, gracias! En la mía sí! Sigo…
Las trijornadas interminables, niñ@s con actividades, la compra, la limpieza, esa lavadora que he dejado puesta, las verduras para mañana, ups! el mail que tenía que enviar, las facturas, el pago de la luz, uix! el chándal de la niña… y así va la cabeza toodas las horas que estamos despiertas, ¿te suena familiar?
Si a ese estrés mental le sumamos pocas horas de sueño y una alimentación no muy, muy buena y consciente… tenemos una sociedad debilitada, cansada y estresada, o sea casi un 50% de la población (las mujeres, y en concreto las MADRES).
NO diré que me siento estafada, ni que no tenía recursos, pues ahí estaban todos esos libros feministas poniendo sobre la mesa esta realidad agotadora, ese desequilibrio entre géneros, esa desigualdad real, que sobre el papel de los grandes despachos es purpurina y arco iris de colores, pero en la calle es otro cantar.
Me entristece que terminemos las conversaciones diciendo que nos sentimos solas, y sobretodo muy cansadas. Que apenas recibimos ayuda (a veces hablando de ayuda económica, en el hogar, con las tareas de cuidado… cada mujer, una realidad). Me pone triste que vivamos así, y yo la primera.
NO creo que sea nada bueno, vaya, lo creo no, lo sé, dormir tan poco (y no me refiero a las noches de lactancia materna), comer los restos del plato de l@s niñ@s, escribir/estudiar/trabajar en el ordenador durante la madrugada, decir siempre “estoy bien”. Que siiiii que PODEMOS, claro que sí, y además en el último año he aprendido que PODÍA con más cosas aún, pero dudo del precio que vamos a pagar al final de nuestra vida.
Yo quiero envejecer con mis nietos, sana, activa, con muchas arrugas y moño de pelo blanco, con flores (en el jardín o balcón, eso me da igual), quiero cocinarles cosas ricas y sanas, quiero estar presente en ese futuro, quizás soy una egoísta 😦
Es injusto, injusto!!! que por tener unos genitales u otros entre las piernas se nos asignen unos colores, unos juguetes, unos trabajos, unos salarios y unas jornadas más o menos agotadoras! ES INJUSTO JOLINES!
¿Qué hago yo para no seguir reproduciendo más estos roles? Pues una crianza no sexista, EXACTO! El trabajo de verdad, de cambio, de conciencia, de igualdad para la próxima generación de mujeres y hombres empieza cuando son bebés! Cuando son pequeños y NO dices “los hombres no lloran”, ni dices “las niñas son guapas, y tranquilas”.
La base lo es todo
Una crianza no sexista requiere de revisión diaria (del adulto) de nuestra forma de hablar, de movernos por el mundo, de actuar. Es un camino largo, pero año a año, veremos cuánto cambiamos 🙂
Eso no resuelve el cansancio actual de la trijornada!
Lo sé, lo sé. Pero es importante cambiar la mirada hacia la infancia, para que la próxima generación viva mejor, ¿no?.
En nuestro caso, yo no tengo varita de Harry Potter, así que no sé soluciones mágicas. Te puedo contar lo que hago yo. Aunque, como todo camino de crecimiento personal y toma de consciencia, he cambiado a lo largo de los años, por ende ha cambiado mi forma de actuar.
Un tiempo para cada cosa
Me tomo un tiempo para cada cosa, sin nervios, llego donde llego, y mañana será otro día. Eso me repito como un mantra jejej. Trato de no colapsarme, trato de organizar prioridades, urgencias y cosas importantes.
Llevar una buena organización de tu vida y tu tiempo, en realidad te deja más tiempo libre, y más relax mental.
Suena muy bonito…
Ya, pero, je je, el día a día ahoga los buenos propósitos de muuuchos de los días 😦
KEEP CALM, respira, y avanzando paso a paso, sino cualquier cambio brusco, en cualquier área de nuestra vida, no nos durará más que ese primer impulso y ganas de cambio… luego se difumina. Los cambios deben ser lentos pero asentándolos en la vida.
♥ Mis trucos
- NO tomo café ni excitantes (prácticamente nunca. Se entiende, café con cafeína)
- Tener una agenda rebonica y molona y bolis de colores
- Intento, INTENTO, dormir “lo que mi cuerpo necesita” (en éste punto fallo mucho :S)
- Como sano, eso sí! Y desde el fitness aún más. Mucha verdura y fruta
- Me organizo el día por la mañana en mi agenda. Qué tareas, cómo, cuándo, horarios (odio tener horarios pero sin planificarme mínimamente esta casa sería, literalmente, una pocilga)
- Un tiempo para cada cosa: tiempo para mis polluelos, tiempo para la casa (lo justo :P), tiempo para el trabajo (bastante en la noche y a primera hora de la mañana de 6 a 8h), vida social (casi nula :S) y entrenar (sagrado, me despeja la mente y me activa el cuerpo, o sea, más salud)
- Uso poco las pantallas (lo justo y necesario de móvil y ordenador. Usar y apagar). Parece una tontería pero se pierde una de tiempo viendo notícias en el facebook, ozú! Poco tiempo a internet.
- Vamos 4/5 días al bosque o montaña o mar en verano (aquí puedes leer los beneficios y cuán necesario es estar cerca del verde)
- NO me pongo excusas (aquí puedes leer mi post una vida #noexcuses)
- Conozco bien mi ciclo menstrual y gracias a eso también me organizo, pues sé qué cambios de humor y energía tendré esa semana
No soy una mujer consciente, ni liberada, ni superwoman, soy una madre que trabaja, desde siempre, fuera y dentro de casa, cansada como todas y tratando de avanzar un pelín, si puedo, cada año, ya no diré cada día por que no es cierto, al menos en mi caso.
Somos guerreras, podemos con todo, pero eso no debe conllevar que lo asumamos
Os dejo ya que voy a sacar la olla del fuego!!!!!! Otro día sigooooo
Muchos besos mujeres fuertes!
Gemma Guillamón.-