El inicio de la etapa escolar es un momento lleno de emociones y cambios tanto para las familias como para las criaturas (tengan la edad que tengan, regresar a las rutinas tras un verano de diversión, familia y mimitos… es duro para todos).
⇔ La transición de estar en casa con mamá o papá a entrar en la guardería o la escuela infantil puede ser un desafío para todos. En medio de esta transición, el porteo sigue siendo refugio, sigue siendo la madriguera donde el amor fluye y la cercanía se mantiene, brindando apoyo tanto a los bebés como a sus familias (si eres mamá y das pecho, puedes continuar ofreciéndoselo cada vez que estéis juntos, ni la vuelta al trabajo, ni la vuelta al cole implican desteta, desporteo o descolecho, al contrario, mantener esta forma de crianza y mirada hacia la infancia les brinda seguridad y contribuye directamente en la autoestima de tu hijo/hija).
El Porteo: Mucho más que Transporte
El porteo es una práctica ancestral que ha demostrado ser invaluable para las criaturas en diversas etapas de la crianza (prematuros/as, recién nacido/a, lactancia, vínculo, desarrollo sano del apego, autoestima, desarrollo del lenguaje, baby led weaning). Más allá de ser una forma eficiente de transporte, el porteo es un vínculo emocional que fomenta la seguridad y la cercanía. Durante la vuelta al cole o el inicio escolar, este apego cercano puede ser especialmente reconfortante para tu bebé.
Guardería o escuela Infantil: Una transición que requiere Apoyo
Cuando tu bebé se adentra en la guardería o la escuela infantil, experimenta una serie de cambios significativos y grandes de golpe en su vida (alimentación, como se duerme, el tipo de juego, sus horarios). Estar lejos de mamá o papá, interactuar con nuevos compañero/as y adaptarse a un entorno desconocido pueden ser desafiantes. Aquí es donde el porteo juega un papel crucial.
Para los y las bebés de 0 a 3 años, el porteo ES aún básico en sus vidas, y puede ser una herramienta esencial durante la transición a la guardería o la escuela infantil. Al llevar a tu bebé en un portabebé, puedes brindarle la seguridad de sentirse cerca de ti, esto puede ser especialmente reconfortante durante la hora de dejarlo en la guardería o recogerlo al final del día. El porteo facilita la conexión emocional y disminuye la ansiedad de la separación (NOS RECONECTA).
Más Allá de los 3 Años: Mochilas de Porteo y fulares rígidos
Si tu bebé ya ha superado los 3 años y está en edad preescolar, el porteo aún puede ser beneficioso. En este caso, puedes optar por mochilas de porteo toddler diseñadas para niños/as mayores o fulares rígidos (algodón y lino, gramajes altos) que proporcionen el apoyo y soporte adecuado. Portear a un niño/niña mayor no solo es práctico para trayectos largos o caminatas, sino que también es una oportunidad para brindar más besos, miradas y cariño, es decir, más presencia en la vida de tu peque.
El Porteo perdura a lo largo de la crianza
Es importante recordar que el porteo no termina con el destete ni con la entrada a la guardería o al colegio. Es una herramienta que puede adaptarse a las diferentes necesidades y etapas de tu bebé. Continuar portando a tu hijo o hija más allá de la infancia temprana fortalece el vínculo entre ambos y sigue proporcionando consuelo y cercanía.
El porteo es mucho más que una forma de transporte. Es una mirada hacia la maternidad, la infancia y el desarrollo infantil.
El porteo es una poderosa herramienta que facilita la transición a la guardería o la escuela infantil, fortalece el apego entre madres, padres e hijos/as y proporciona una base sólida de amor y seguridad en el camino de la crianza. Así que, no dudes en seguir portando a tu bebé durante estas etapas de transición, brindándole ese cálido abrazo que tanto necesita.
Muchas gracias por leerme.
Gemma Guillamón.-
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