La psicomotricidad del bebé es uno de esos temas que preocupan mucho a las familias, cargadas de dudas e informaciones contradictorias llegan a los talleres preguntándome qué es eso de el movimiento libre, cómo afecta el porteo al bebé, a su desarrollo, etc.
Hay libros que hablan de la importancia de la libertad de movimiento en el bebé, y como todo, hay que ubicarlo dentro de un marco histórico, un espacio-tiempo y las circunstancias (para profundizar en este tema puedes venir a cualquier taller de porteo), las que nos afectan directamente en Occidente, s.XXI son; mamá-bebé junt@s, en casa, y de ahí; ¿cómo fomentar la psicomotricidad del bebé de forma respetuosa? ¿qué debo hacer?
L@s bebés, si les observáis, veréis que se mueven, mucho, muchísimo, primero descubren sus manos, sus pies, empiezan a darse la vuelta «croqueta», reptar, levantar el culo, etc, l@s bebés van enlazando movimientos, con mucha práctica y centenares de repeticiones, y así consiguen reptar, gatear, sentarse, ponerse de pie, caminar… la verdad es que los adultos no debemos hacer NADA, bueno, sí, basta con dejar al bebé panza para arriba en una superficie plana (evitar hamaquitas y sillas donde el bebé queda encajonad@ y no puede moverse) y nada más. El bebé por sí solit@ irá avanzando en su desarollo psicomotriz al tiempo que practica sus destrezas, su coordinación mano-ojo, cuerpo-espacio, a medida que su cerebro, su cuerpo, sus músculos, TODO su Ser se va desarrollando, aprendiendo.
Muchas familias se preguntan qué hacer para que gateen, qué no hacer, cómo fomentar que caminen… cada bebé tiene su propio ritmo, no importa si camina a los 11 o a los 18 meses, no importa si se sienta solit@ a los 7 o 10 meses, todos llegan al mismo punto. Caminarán, correrán y ya nunca más volverás a tener un bebé quietecito observándote desde una alfombra. Así que disfruta estos momentos!!!! 🙂 No hace falta ponerles panza abajo para forzar sus cervicales, no hace falta sentarles interrumpiendo las decenas de movimientos y músculos que se estaban fortaleciendo para tal fin, no hace falta ponerles de pie… llegarán a cada movimiento, a cada siguiente paso a través de la experimentación y la repetición, llegarán a sentarse por sus propios medios con una gran sonrisa en el rostro, el día que se sueltan del mueble y dan sus primeros dos pasos por que hasta ese punto han llegado SOLOS, esa mirada de alegría y triunfo no la observamos en un bebé que se le ha sentado, que se le ha puesto de pie, que… QUE SE LE HA, es decir, el adulto ha hecho, ha intervenido, ha roto escalones del proceso.
Basta una alfombra en el suelo, un gran puzzle de gomaespuma, lo que queramos para poder dejar al bebé panza arriba y a moverse!
En verano es ideal que vayan descalzos para poder trabajar la superficie plantar del pie, los dedos, la fuerza, el agarre… en invierno basta con un par de calcetines antideslizantes 🙂
* (Cuando empiezan a caminar LO MEJOR es que vayan descalzos la mayor parte del tiempo, y fuera de casa, mis peques usaron zapatos de suela flexibles, blandos. Ya después zapatos de suela flexible pero preparada para la calle como los zapatos See Kai run)
En los últimos años me han llegado consultas del tipo cómo conectar el porteo con el trabajo de Emmi Pikler (libro Moverse en libertad), como os comentaba cada libro, cada autor/a hay que unirlo a un espacio-tiempo y sus circunstancias. La mamá que cuida a un bebé tiene dos brazos para poder atender las demandas de contacto físico (portabebés) a diferencia de las circunstancias de un orfanato.
El porteo es el medio de transporte de bebés más antiguo después de los brazos, los portabebés tienen infinidad de beneficios tanto para el desarollo del bebé (motriz, sistema vestivular, sistema immune, etc) como para el portador (autonomía, fortalecimiento muscular, etc), el porteo es básico para un bebé PERO en el momento que lo sacamos de su fular/mochila al bebé hay que dejarlo panza arriba en una superficie plana (que no se hunda). A partir de los 3/4 meses podemos crear el espacio de motricidad del bebé, puede ser un simple rincón del comedor con una alfombra o todo un señor espacio motriz pikleriano, eso ya cada familia…
El porteo NO afecta negativamente a una crianza que abogue por la psicomotridad libre del bebé (sin intervención postural del adulto, ni por hamacas, sillas, etc), al contrario, es una parte fundamental de este proceso tal y como os comentaba arriba, pero si tienes dudas o preguntas puedes escribirme, llamarme o acercarte a cualquier taller de porteo 🙂
Feliz crianza familias!
Gemma.-
P.D: Mis dos hij@s caminaron a los 14/15 meses. Gatearon muchísimo. No usaron andadores (totalmente inadecuados), ni arneses, ni ningún artefacto de fomento del andar. Teníamos un sofá (que aún tenemos y donde nació mi segundo peque XD) que se abría, así que era un mega colchón a ras de suelo, fue increíblemente útil, podía dejar a Estrella ahí sin miedo a que se esmorrara contra el suelo si hacía la croqueta, ella podía moverse libremente por tooda la superficie, aprendió a subir y bajar, etc, fue una experiencia tan chula que con el segundo bebé Foc también tuvimos el sofá abierto. NO fuí una madre que sufriera mucho por si el suelo estaba frío, usamos babylegs de algodón en verano para cubrir sus rodillas y nada más. Ah sí, en invierno tuvieron calcetines de esos con puntitos de goma debajo para no resbalar. La experiencia de la psicomotridad libre fue poderosa, pues implica mucho respeto y confianza en que llegarán a gatear y a andar, implica pensar espacio y retos, adecuar un poco la casa para que puedan moverse a su aire por ella… es un proceso muy bonito. Hoy tienen 9 y 6,5 años, corren, saltan, trepan, van en bici, patines, son muy muy ágiles, así que no tengas miedo si tiene un año y aún no camina!!!! RELAX y confía, observa y disfruta el viaje!
Talleres
Pingback: SWEET FRIDAY | Porteo Natural