«Se crían igual con leche de fórmula»
¡esta frase la escuché tantas veces durante mi primer embarazo!
Cuando tuve a mi primera hija, también la escuché, y la verdad, no entendía nada, ¿por qué me decían eso todo el rato? Si…
Mis pechos eran enormes, duros y chorreantes. Pero tener una bebé de 2310kg, unido a la desinformación global del entorno sobre lactancia = miedos.
Yo; una cabezona que no quería por nada del mundo dar leche en polvo. «Si ni yo me la tomaría» decía.
Situación: boca pequeña, bebé pequeña, bajo peso, miedos, mamá joven.
C O N T R O L
Es lo que te ofrece la leche de fórmula. Y vive en consonancia con nuestra cultura que todo lo mide, pesa, controla, organiza y decide.
Un/a bebé ES. Es necesidad que debe saciarse inmediatamente. Es puro contacto físico, entrega.
o LLANTO. Sin medias tintas.
Biología que te estalla en la cara.
Era joven, inexperta y rebelde. (Doy gracias cada día por aquellas decisiones, por ese empuje, por ese «es mi hija y la crío yo». Sé que mi cócktail hormonal del parto, de llegar de 10cm de dilatación al hospital, cargada de oxitocina me ayudó, aunque me robaran mi expulsivo).
Arranqué mis derechos de los adultos que me decían qué y cómo debía hacer las cosas.
Hice lo que sentía. Iba a dar teta, iba a tomar mi leche, iba a ganar peso e íbamos a estar fuera de peligro, pero a mi manera.
Decisión 1)
Lactancia materna exclusiva y suplementación con mi leche.
Sacaleches manual. Mierda. Sacaleches eléctrico medela, motor quemado. Sacaleches eléctrico dos, motor quemado. Sacaleches eléctrico 3 Medela Swing, ¡wow! (todo esto en menos de un mes).
Extracción en 24h – 2.5 litros.
En los primeros meses llené los tres cajones del congelador con bolsas y tarritos de leche fechados.
La pesaba YO cada semana. Anotaba. Respiraba alivada apesar de los rollizos brazos que ya presentaba (cuando tienes un bajo peso, siempre lo ves con ojos de bajo peso).
Decisión 2)
Colecho. No separación. Juntas en un sofá cama pasando una primavera y verano calurosos.
Contacto. Teta. Sacaleches.
*Cada mujer, cada situación, es un mundo, desde 2007 lucho para que las mujeres tengamos INFORMACIÓN REAL, no sesgada, ni dictaminada por la cultura de la época. Para que conozcamos nuestra biología, y desde ahí puedas decidir de verdad tu camino. Sin juicios. Pero con la información en la mano, el apoyo y la seguridad personal.
El choque biología – cultura, esta díada, en lactancia, es brutal. Es increíble cómo el cuerpo materno sabe, cómo en nuestros genes está guardada la sabiduría de lo que deben hacer los pechos, y en el bebé, en su ADN, está almacenado, generación tras generación, su reflejo primigénio de búsqueda y agarre.
Mas luego impera la cultura, esa pecera de mitos, creencias, inseguridades y directrices en la que nadamos.
Podemos atravesarla. Si yo pude atravesar la cultura occidenal, y apostar por la teta, el porteo y el colecho, creando así la base de la crianza consciente que me ha acompañado a lo largo de casi 14 años de maternidad, tú, tú puedes también.
Si acompañas mujeres, madres, familias en tu día a día, nunca, nunca creas que por ser jóvenes, o tener dudas, o inexperiencia, no van a ser capaces, o que necesitan que alguien les diga qué hacer. No todas las personas somos iguales, ni necesitamos las mismas cosas.
Al acompañar a otras en sus procesos de maternidad y crianza es importante:
- La escucha activa
- La capacidad de observar sin intervenir
- Respetar los tiempos
- Empatía
Y estas premisas nos llevan al no juicio, no infantilización, no ego, no hablar con acritud, no quedar por encima.
Gracias por leer un trocito de mí, espero que te ayude.
Con amor,
Gemma Guillamón.
Porteóloga, doula y Asesora LM desde 2007
(*Créeme a estas alturas, si te digo, que tener adolescentes sanos, libres, salvajes, inquiet@s, motivad@s y no sumis@s es el resultado de como hayas criado).