¿Os ha pasado alguna vez que os hayan preguntado…?
¿Cuánto tiempo le darás el pecho?
¿Hasta cuándo vas a llevar a tu bebé en portabebés?
¿Cuánto tiempo lo tendrás en tu cama?
¿Cuándo lo llevarás a la guardería??
CUÁNDO, cuándo!!! cuánto, cómo, porqué, quién, dónde…?? las calles se convierten en interrogatorios cuando una mujer sale con un bebé a comprar, pasear o lo que sea.
He recibido muuuchas preguntas de éste tipo a lo largo de los años y la respuesta siempre ha sido la misma, CRÍO SIN TIEMPO, durará lo que deba durar. Y es que cada bebé, cada mamá, cada familia es UN MUNDO, cómo vamos a poder saber, adivinar o preveer los cuántos, cuándos o cómos de nuestra crianza?
Cuando fuí mamá por primera vez y leí que había mamás que llevaban dos, tres o cuatro años dando la teta me pareció FLIPANTE, «en serio llevan taaantos años?» se convirtieron en mis heroínas, ellas eran súper mamás y yo bueno… yo… cuando estás con tu primer/a bebé en brazos, rebosante de hormonas, con los pechos dos tallas más grandes y a punto de explotar, con una boca que te busca cada 5 minutos y sientes que tu pelo está pegajoso y horrible, de verdad de la buena que creía que yo años, AÑOS así … Pero todo pasa, todo llega, las etapas cambian, el bebé crece, la lactancia se convierte en algo diferente, en un camino de conexión con tu cuerpo, te empoderas, pasan los meses y los años, y resulta que ahora eres tu propia súper heroína XD (por supuesto que las mamás que dan biberón también lo son, pero hablo desde mi experiencia como mamá lactante, sin ofender a ninguna, por que ser mamá es el trabajo más bonito del mundo, des teta o biberón, uses mochila o carrito, o todo a la vez).
Lactancia Materna sin tiempo y sin expectativas, fluyendo y llegando al puerto al que haya que llegar, sin culpas, con amor y respeto.
Dormir con un bebé es de las cosas más dulces que me han pasado jamás, esas siestas con un bebé encima del pecho respirando tranquil@, noches que se tornan más fáciles si tenemos al bebé cerquita y no tenemos que levantarnos de la cama cada dos por tres… no sabía que lo que hacía con mi hija se llamaba COLECHO, que Estrella y yo durmiéramos juntas se llamaba colecho, resultó ser una práctica ancestral y mundial y natural y normal… y para colmo muchos estudios científicos hablaban de los beneficios que tenía para el bebé dormir cerca de su mamá.
Colecho sin tiempo y sin fechas límite, cada bebé, cada niñ@ tiene su propio ritmo de maduración, escuchar sus necesidades e ir avanzando etapas con calma. Todo llega, y llega el día en que quieren dormir solit@s 😉
Y como todo, el porteo, la etapa de crianza en brazos también termina, empiezas llevando un bebé encima casi tooodo el día, de un lado a otro con tu bebé sobre el pecho, después en la espalda, luego caminan, se alejan y piden brazos de nuevo, y un día caminan, corren, van en bicicleta y no vuelven a pedir más brazos.
Disfrutar al máximo de estos primeros años de crianza, de pechos enormes y chorreantes de leche, de largas noches entre libros y tomas, de dolor físico, emocional y ya no sabes ni dónde te duele ni por qué, pero lloras, ríes, gritas y saltas, ERES MADRE!!!!! pasas horas y horas usando portabebés, entre mocos, risas, descubrimientos, reformas del hogar, charlas con mamás… lo bueno y lo duro, lo mágico, todo pasa, todo cambia, todo muta, y nunca nada vuelve a ser igual.
Criar sin tiempo, sin reloj, sin fechas ni objetivos, sin manuales, sin tablas, criar escuchándonos más a nosotras mismas sabiendo que esto dura un suspiro.
Feliz Maternidad y Feliz crianza a tod@s.
Gemma Guillamón.-