Muy buenos días queridas!!!
Hoy me abro un poco más, porque igual que hablo de la maternidad sin tapujos, quiero hablarte de cómo vivo y cómo siento la maternidad, la vida…
El lunes me hicieron otra entrevista. Una entrevista sobre el posparto, ¿temazo? Sí, T E M A Z O!
y es que una de las tantas preguntas que me hicieron fue: ¿Cuál es tu filosofía de trabajo?
Por todas las diosas, menuda pregunta, ¿eh?
Pues mi forma de trabajar, de maternar y de vivir están en sintonía, no hay líneas de separación, ni límites entre ellas, son lo mismo. Soy una apasionada de la Maternidad como Camino de transformación, del porteo como herramienta coeducativa y empoderante, una enamorada de los pospartos y del acompañamiento a otras madres. Eso significa que no tengo horarios, ni días, ni festivos, ni vacaciones al uso. Mi forma de vivir, el homeschooling, mi trabajo, lo que me apasiona fluyen juntas.
Con 23 años empecé a abrir mi casa para consultas de porteo y lactancia, con mi hija colgada en el fular, tratando de ayudar a otras, porque no quería que pasaran por lo que yo pasé (el dolor de un parto que al entrar por la puerta del hospital cambió totalmente la dinámica de lo que venía sintiendo en casa, las dudas de lactancia con los pechos que me reventaban de hinchazón, una bebé que siempre quería dormir encima mío, normalizar lo que la sociedad me decía que hacía mal, criar con el corazón abierto, los brazos grandes y el cuerpo disponible…), y hoy, sigo así. Abriendo cada día mi showroom, acudiendo a domicilios, creando nudos y trucos de porteo, devorando libros, dinamizando talleres para familias.
Han cambiando muchas cosas, no soy la misma que empezó, he avanzado, me he cuestionado y he crecido/madurado como madre, mujer y profesional durante estos años.
Mi visión de la maternidad podría decir que es como un motor de cambio, de cuestionamiento constante al sistema, a la época, a la mirada hacia los cuerpos vulnerables, la infancia, las madres. La maternidad es Revolución y Sanación, un sendero, que, si te dejas atravesar por él, te permite abrirte a una consciencia brutal (intensa, dolorosa, increíblemente poderosa).
A lo largo de estos años de lecturas, terapias, congresos, cursos, acompañamientos, partos en casa, charlas y encuentros he ido mutando, a día de hoy, apuesto por una vida mucho más conectada con nuestra biología evolutiva, próxima a nuestros genes, una vuelta a las raíces, a la conexión con la Tierra.
- Hago deporte 6/ 7 días a la semana (empecé baloncesto con 5 añitos y no he parado: senderismo, running, fitness, yoga…). Pero no te vendo la mierda esa de «ten mi cuerpo en 30 días», cuántas mentiras hay en las redes… Adoro las redes, pero las personas hacemos una nefasta gestión de ellas. Cuidarse es un estilo de vida, los resultados físicos son solo parte del resultado del camino.
- Apuesto por una alimentación acorde a MÍ, mayoritariamente vegetariana, a épocas vegana, y otras más flexible, escucho mi cuerpo, qué me pide, qué necesita (embarazo, posparto, picos de más deporte y aumento proteína, soy menos rígida con los años). Y mi ciclo menstrual muy presente, pero mi mundo emocional también. Porque somo más que carne, músculo y hormonas… somos seres vivos que sienten, piensan, deciden, VIVEN.
- La vida paleo, cómo vivían nuestras ancestras, qué dicen nuestros genes es mi BRÚJULA. Y sí, no comían carne cada día ni a saco (falsa creencia): ayunos de 12/16 horas, caminar/correr, trabajo corporal con cargas de peso, mini siesta, 2/5 comidas diarias según la fase de mi ciclo menstrual, mucho tiempo descalza (y cuando me calzo las zapas son minimalistas, five fingers, suelas súper delgadas), rodearme de verde, mucho verde.
- Medito cada día 10 min, leo 1h, aprendo algo nuevo cada día, agradezco dos cosas cada mañana, y estoy aprendiendo a abrirme a las emociones (soy virgo, dadme tregua). Hablar de mis propias emociones (positivas y negativas) me cuesta horrores!!!! Las únicas personas con las que me resulta realmente comunicarme, abrirme, decir te quiero y jugar es las peques. Aunque ADORO estar con personas adultas, con ellas, mi mundo emocional, está escondido tras mis trincheras y escudos. Qué tendrán los peques que es tan fácil ser real y auténtica con elles, ¿verdad?
- NATURALEZA: es el lugar donde podemos ser sin capas, sin sexismo, sin miedos. Pasar tiempo en el bosque, en el mar, nos abre una puerta a reconectar con nuestra esencia real, dejando de lado las etiquetas, las prisas, el consumo, los «debes». Crío a mis peques cerquita del verde, donde pueden jugar, trepar, correr y ensuciarse como se merece una infancia feliz. Además, estar debajo de un árbol por unos minutos es sanador (absorbemos fitoncidas, relajamos el sistema nervioso, reducimos los niveles de cortisol, etc).
- Música: a todas horas. Antes ponía el tocadiscos, ahora dejo que spotify gobierne mis días. También recibo clases de bongó, canto de forma autodidacta. La vida sin música es como una casa vacía, sin armonía, sin historias.
Podría seguir, pero no quiero parecer la típica gilipollas de vida perfecta, porque NO. Paso por épocas de bajones, por problemas económicos, de pareja, de salud, igual que todas. Lejos de querer dar consejos y mierdas que tanto se estilan hoy en las redes, prefiero compartirte cosinas que a mí me han ayudado.
Ah, pequeño apunte, desde 2005 hasta ahora he probado muchas cosas, terapias y psicólogas, a día de hoy vivo lejos de la homeopatía, los aceites esenciales, el reiki y un largo etc de opciones súper sanotas. Cuando alguien enferma en casa (tengo alma de curandera jajaja): hago masajes con aceite de coco por todo el cuerpo, infusiones de limón y tomillo, y uso mucho la leche materna jeje. Lo matizo porque me he ido alejando cada vez de todo lo procesado, de todo lo artificial, lo manipulado, de lo «que necesitamos para estar sanos» más allá de deporte, actividad física, comer rico, abrazarnos mucho y pasar tiempo en el bosque y darnos baños de mar en invierno, que eso para mí sí es SALUD. Usar las plantas directamente como la Madre naturaleza nos las ofrece y usar todo el potencial de nuestro cuerpo serrano.
Ideas molonas:
CAMINAR DESCALZA, da un gustito terrible sentir la tierra, la arena, la hierba con los pies
BAILAR A TU SON, si si, tantas clases de baile, tantos pasos, tantas monsargas, ¿has probado bailar disfrutando de tus propios pasos y ritmo interno?
Usar tu voz para cantar, escribir, hablar, gritar, decir lo que piensas
Seguir cuentas de instagram que te aporten, que te hagan sonreír, pensar o goza (sino, ¿para qué?)