UNA VIDA #noexcuses

Conciliación maternidad-deporte

Hola bonit@s!!! Me gustaría contaros un tema personal, algo que he ido trabajando en mi vida, una vida sin excusas o al menos siendo consciente de ellas.

Todo empezó hace unos años en un curso de crecimiento personal con María Luisa Becerra, éramos un grupo de mujeres juntas, mirándonos hacia dentro, tratando de mejorarnos. La frase “no puedo” había sido mi compañera de vida y ahí tomé consciencia de ella entre otras muchas trabas, miedos y pajas mentales.

Los últimos años fui dándome cuenta de la cantidad de excusas que me ponía ,justificaciones para no afrontar, por no cambiar, por no salir de la zona confort, por miedos, por traumas, por X motivos. Excusas que me llevaban a no ser sincera conmigo misma. Llegar a ese punto ya fue harto complicado, tomar consciencia de algo es el primer y más alto peldaño a subir en la escalera del autoconocimiento.

A lo largo de estos años he podido ir reconociéndome en algunas frases y situaciones, no en todas, ahí sigo, y seguiré toda la vida creo, creciendo y conociéndome mejor.

NO tengo tiempo. La más grande excusa de todos los tiempos!

En cambio reconozco:  Sí tengo tiempo, pero no deseo invertirlo en tal o cual cosa. Por ejemplo, “no tengo tiempo de hacer deporte”, en realidad era ” en este momento de mi vida el deporte no tiene cabida”, por que cuando me interesó retomar el deporte en mi vida SIII encontré y encuentro el tiempo.

NO puedo / no pude. La más dolorosa, por que me partía en dos por dentro.

En cambio reconozco: Sí puedo, pero no me apetece invertir energía en esto, o dinero, o esfuerzo, etc. Poder puedo, todo aquello que me proponga puedo.

NO pude… falso. Digo “se me olvidó, lo siento”.

Dejo de poner excusas, cuando me doy cuenta de que  la estoy poniendo claro, por que no siempre es fácil verlo, y me sincero conmigo: Lo siento, no quiero, no me siento preparada, no me importa o no quiero destinarle dinero… lo que sea.

Cuando quiero algo de verdad encuentro el tiempo, el cómo, el dinero, la energía, la ocasión, el lugar, etc, etc, y así entendí que el resto sólo eran excusas que me ponía.

“La conciencia vale más que mil testigos” nos canta el Cuarteto de Nos, y es cierto, al final del día sólo quedan mis pensamiento y yo, mi cabeza, mi alma, así que debo estar en paz.

♥ Qué me ha aportado una vida con menos excusas?

– Conocerme mejor, saber qué siento/pienso y ser consecuente con ello, sin engañarme.

– A boicotearme menos

– Quererme más

– Ser más feliz

– Escucharme desde las tripas

– Actuar de una forma mucho más coherente

Supongo que nos ponemos excusas para no mirarnos fijamente (como en el juego del espejo, mirarte fijamente en un espejo un bueeen rato, aquí te descubres BOOM!), ni mirar hacia dentro, para no salir de los lugares de confort, pero salir de ahí es mucho más fácil de lo que parece, por que en realidad NO son zonas de confort, son más bien zonas tóxicas, dado que si nos conocemos mejor, también aprendemos a querernos más y cambiar todo aquello que no queremos en nuestra vida, en nuestro interior, en nuestra forma de movernos por el mundo y así ser más felices.

Gracias por leerme, Gemma.-

P.D: Este post NO es una reflexión, no es una crítica, no es un juicio. Es una experiencia de mi vida. Trato de que tod@ el mundo esté a gusto y eso es imposible (es una de mis lacras personales, – sin excusas, no invierto energía en cambiarlo), deseo que nadie se sienta ofendid@, ni dolid@, ni mal por mis palabras. Pienso que a alguna mamá le puedan servir, sin más.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies.

ACEPTAR
Aviso de cookies